UNO DE LOS MEJORES AMIGOS DE MADONNA A QUIEN ELLA ACOMPAÑÓ HASTA EL FINAL DE SUS DÍAS
En los 80s el lado bajo de New York, conocido como «lower East Side» era el hogar de una gran cantidad de aspirantes a artistas con la meta común en alcanzar la fama y el éxito. Dos esos bohemios espíritus que se unieron en una estrecha relación dentro de aquel extraño microcosmos de música, arte y libertad fueron el artista inglés, bailarín y modelo Martin Burgoyne y su amiga y compañera de cuarto Madonna. Martin nació en Inglaterra en 1963 y pronto se mudó a Estados Unidos para establecerse con su familia en Florida, donde aún hoy viven sus padres. Luego, durante su juventud viaja a New York para estudiar arte en el «Pratt Institute». Como tantos otros jóvenes talentosos que aún no habían sido descubiertos, Martin realizó una variedad de empleos para subsistir mientras trataba de hacerse un nombre como artista gráfico; trabajó como bailarín, modelo y así también fue Dj y bar tender en el mítico Studio54.

Lisa Bohar, amiga de la adolescencia de Martin en Florida recueda: «Martin era un excelente bailarín, era increíble. Íbamos a bailar muy seguido. También le encantaba escabullirse en la tienda de antigüedades «La France» en el vecindario de «Ybor City» en Tampa, Florida, para buscar cualquier cosa vintage. Le gustaba mucho lo vintage. La tienda aún permanece abierta, pero se mudaron a un lugar más grande en la misma calle. Cada vez que voy allí, aún persiste el olor que tenía cuando íbamos con Martin a comprar. Él quería que yo fuera a estudiar a Pratt con él, pero decidí quedarme en Ringling aquí en Florida. Pasábamos muchas horas juntos pintando. yo tengo 47 años, él tendría más o menos la misma edad hoy. Éramos muy unidos, tengo cartas en las que me pedía que fuera a New York a vivir con él. Era absolutamente la persona más buena que pudieras conocer. Tan verdadero y querido».



Fue durante esta época de bohemia y noches interminables que Martin conoció a Madonna y automáticamente se volvieron inseparables. Burgoyne y Madonna eran íntimos, se los veía todo el tiempo juntos y pronto comenzaron a compartir un pequeño departamento. Vivían para el arte y la música y se habían rodeado de un grupo de jóvenes que se encontraban en su misma búsqueda. Habían formado una pequeña cofradía a la cual pertenencia nombres como Andy Warhol, Keith Haring y Jean-Michel Basquiat.



Por 1982, Madonna ya estaba de lleno embarcada en el mundo de la música, sus intenciones de convertirse en bailarina profesional habían quedado atrás y ahora era el momento de convertirse en cantante. Burgoyne estuvo presente desde el inicio de la carrera de Madonna, él siempre estaba apoyándola en cada proyecto y en cada intento laboral que tenía la joven. El primer momento con Burgoyne nos remonta a mediados de 1982, cuando Madonna y Martin participaron como extras en el video del grupo “Konk” dirigido por Ed Steinberg, quien, curiosamente dirigiría en octubre del mismo año, el primer video de Madonna, “Everybody” donde Burgoyne también participó como extra.


Burgoyne y Madonna se rodearon de un selecto grupo de bohemios donde el arte, la danza, la música y las noches interminables era cosa de todos los días, entre esos amigos citamos a Debi Mazar, la diseñadora Maripol, Andy Warhol, Jean-Michel Basquiat o Keith Haring, por supuesto que en esos días ninguno sabía que se convertirían en un ícono de una década.



En 1983, se puede ver a ambos amigos posando para un set fotográfico a cargo de Marcus Leatherdale, este es uno de las pocas fotografías profesionales que tienen juntos.


MARTIN Y SUS DISEÑOS PARA MADONNA
En 1983, Madonna lanza su segundo sencillo “Burning up”, para el cual Martin Burgoyne realizó el diseño y el arte de tapa y contratapa. Este fue un trabajo artesenal en donde se tomaron varias fotos del rostro de Madonna y luego se retocaron manualmente para luego ser reunidas en un collage para la tapa del single.



Más tarde ese mismo año y con la confirmación del lanzamiento del primer disco de Madonna, ambos se embarcaron en el proyecto de la tapa del mismo, que inicialmente se llamaría “Lucky Star”, para esto, Burgoyne trabajó junto a Edo Bertoglio, fotógrafo esposo de Maripol y realizaron varias fotografías y diseños para el disco. El proyecto finalmente no prospero y el disco salió con fotografías de Gary Heery.


Cuando Madonna inicia su gira promocional de sus primeras canciones, Burgoyne se convierte en su manager de ruta, organizando, planificando y encargándose de todos los detalles de esa primera gira promocional y en más de una ocasión participando también como bailarín de apoyo. La representación de Burgoyne duró hasta fines de 1983 cuando la Sire decide apostar fuerte a la figura de Madonna y aparece en escena Freddy DeMann, quien se convertiría en un representante más importante.




Burgoyne acompañaba a Madonna en todas sus actuaciones y giras, estuvo detrás de escena de su gira promocional del disco “Like a Virgin” y también se lo puede ver en el recital de “Live Aid”. Para 1985 la salud del joven comenzó a declinar rápidamente, tenía HIV, una enfermedad desconocida en esa época y que era rápidamente mortal. Madonna se hizo cargo de su amigo no solo afectivamente sino también a nivel económico ayudándolo a afrontar los gastos médicos y hospitalarios.



«Él era un muchacho tan dulce, tan amigable y generoso. con sus afectos también, él era muy generoso». (Andy Warhol)



Las últimas fotografías tomadas profesionalmente fueron a cargo de Richard Corman, para la revista «Vogue», cuando Martin y Madonna posaron junto al elenco del film “Desperately Seeking Susan”.

Uno de los últimos momentos, en que se los vió juntos, fue durante la filmación del video “True Blue” para agosto de 1986; tres meses más tarde, el 30 de noviembre, Martin Burgoyne fallecería en un hospital a causa del SIDA. Martin Burgoyne, talentoso, generoso y extravagante, siempre querido, siempre recordado, siempre amigo.

Pero por sobre todas las cosas Martin fue el principal confidente de Madonna durante aquella época. Ambos forjaron una amistad que los volvió inseparables, unidos por el amor al arte, a la música, a la danza y esa energía juvenil que los hacía buscar permanentemente la manera de sobresalir de entre las masas. Cuando Burgoyne enfermó de Sida, Madonna cuidó de él no sólo desde el punto de vista afectivo, brindando todo su amor y cariño; sino también financieramente, ya que la cantante se hizo cargo de todos los gastos médicos. Martin Burgoyne fallece de Sida a la edad de 23 años el 30 de novimbre de 1986; Andy Warhol se enteró de su muerte; escribió en su diario: «Él era un muchacho tan dulce, tan amigable y generoso. con sus afectos también, él era muy generoso».

“El año pasado mi mejo amigo murió de Sida. Verlo morir fue la experiencia más devastadora de mi vida. Lo cierto es que aún no hay cura para el Sida, pero si existe una manera de evitar que siga diseminándose. No dejes que el miedo, te mantenga sin saber los hechos. Lee esta información y luego pásalo a tu mejor amigo. Puede que esto salve su vida…puede que salve la tuya también”. (Madonna)
En 1992, Madonna compone la canción «In this life» en honor a su amigo, en donde además, también hace referencia a su profesor de danza y mentor Christopher Flynn, la misma fue incluída en el disco «Erotica». La canción dice en su primer verso: «Sitting on a park bench / Thinking about a friend of mine / He was only 23 / Gone before he had his time / It came without a warning / Didn’t want his friends to see him cry / He knew the day was dawning / And I didn’t have a chance to say goodbye» («Sentada en un banco de un parque / pensando en un amigo mio / Él tenía tan solo 23 años / Se fue antes de que fuera su hora / Esto vino sin aviso / No quería que sus amigos lo vieran llorar / Él sabía que su tiempo se acabana / Y yo no tuve la oportunidad de despedirme»).


Para 2023-2024, mientras Madonna recorría el mundo con su «The Celebration Tour», realizó un sentido y emocionante homenaje a todas aquellas personas fallecidas a causa del SIDA interpretando una increíble versión de su balada «Live to Tell». En esta presentación cientos de fotos de personas y celebridades que murieron a causa de esta enfermedad plagaron el escenario. Claramente, la imagen de Martin Burgoyne fue una de las destacadas.


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