
«Era alguien cuyo trabajo yo admiraba, y creo que él pensaba lo mismo de mi. No me habría imaginado ni en un millón de años que llegaría a conocerle”.
Sean Penn tenía veinticuatro años cuando conoció a Madonna. Él era considerado uno de los actores jóvenes más talentosos y rebeldes del momento. Era como un James Dean de los 80s, siempre taciturno, con aires melancólicos y con un carácter extremadamente fuerte. Madonna estaba en la cumbre de su éxito, con un disco que se vendía a velocidad récord y su música que se escuchaba en todas las radios a todo momento. Cuando ambos se conocieron Madonna estaba realizando su propio homenaje a uno de sus ídolos niñez: Marilyn Monroe. Fue en el set del video clip “Material Girl” en Los Angeles en enero de 1985. Penn había sido invitado por la directora Mary Lambert a presenciar las filmaciones. Después sabríamos que fue el propio Sean quien solicitó la visita para conocer a Madonna. Mientras estaba en lo alto de una tarima con escalinatas, rodeada de apuestos bailarines y ensayando su rendición de “Los Diamantes son los mejores amigos de una chica” para su canción, Madonna alcanza a ver en el fondo del set a un misterioso joven, que fumaba y enfundado en una chaqueta de cuero, miraba el acto a través de sus lentes oscuros. Durante un descanso, Sean se acerca y comenzaron a dialogar. Desde ese momento, según Madonna, ella supo que se casaría con él.

Sean Penn nació el 17 de agosto de 1960, hijo del director de televisión Leo Penn y de la actriz Eileen Ryan; no tuvo que esforzarse demasiado para ingresar al mundo de Hollywood. Sin embargo, más allá de una buena influencia familiar, Sean era considerado por su talento y profesionalidad a la hora de actuar. Formaba parte de un grupo de jóvenes actores de Hollywood llamado “Brat Pack” (“Grupo de mocosos”) entre los que encontrábamos a Charlie Sheen y Emilio Estevez. Los actores que conformaban este grupo se hicieron conocidos por dos películas que fueron suceso a principios de los 80s, “El Club de los Cinco” o “The Breakfast Club” (de donde Madonna y los hermanos Gilroy habían tomado el nombre para formar su banda en 1979) y “St Elmo, punto de encuentro”. Para cuando Penn llegó a conocer a Madonna, él ya era bastante famoso en el ambiente cinematográfico y era considerado como un actor competente por sus papeles en films como “Aquel excitante curso”, “Adios a la inocencia” o “El juego del halcón”.
Penn era conocido además por sus arranques de ira y su mala relación con la prensa. Era una persona extremadamente reservada y tenía una obsesión por su intimidad. De hecho, parecía un hombre muy inseguro, incómodo consigo mismo, y toda esa frustración la volcaba en sus ataques y peleas permanentes con la prensa. Madonna ya se había percatado de esto, sin embargo, el talento del joven, su afición por la lectura y el hecho de que escribiera poesía, la llevó a caer perdidamente enamorada de él. Para ese momento, Madonna estaba teniendo una especie de “relación” con el mega artista Prince. Aquella bizarra unión no duró más que un par de meses y algunos aún no entienden cual fue el punto en común entre ambos artistas, salvo el hecho de que ambos, eran superestrellas. Luego de que Madonna rompiera con Prince (aunque en realidad fue él quien lo hizo), comenzo a salir con este actor que la tenía tan enamorada. La primera salida juntos fue el club “Private Eyes” y desde entonces no se separaron. Madonna y Sean comenzaron a ser vistos juntos en todo lugar y a toda hora y esto, por supuesto que volvía locos a los papparazzis quienes se desesperaban por una fotografía de la pareja.
Tenían una gran química, pero sus apasionadas personalidades a veces los ponían en jaque como pareja. Ambos eran dominantes, impulsivos y vehementes. Así como se amaban furtivamente, también discutían de manera violenta. Sean y Madonna se daban cuenta de que ambos terminarían por destruirse con el tiempo, sin embargo, el enamoramiento que sentían el uno con el otro era más fuerte. Madonna afirmaba que Sean era el amor de su vida (aún en 1991 durante una escena del film “Truth or Dare”, Madonna confiesa que su único y verdadero amor fue Sean); y al poco tiempo de comenzar a salir, anunció a todo el mundo, incluida la prensa, que Sean Penn era su amor, su mejor amigo y el “chico más genial del universo” (esta dedicatoria apareció tal cual en el disco “True Blue” de 1986).

El noviazgo de Sean Penn con Madonna, fue el acontecimiento del año. Madonna era ya una mega estrella, su primera gira había batido récords de ventas, Sus sencillos estaban en los primeros puestos a nivel mundial y su imagen aparecía en cada rincón de los Estados Unidos. Penn, no se sentía muy a gusto con esta sobre-exposición. Era todo lo que él había aborrecido por años: la atención mediática. En cada salida, había inconvenientes, porque Sean no podía acostumbrarse a la presencia de periodistas y fotógrafos.

El 30 de junio de 1985, Sean Penn fue acusado de asalto y agresión luego de atacar a dos periodistas frente a su hotel en Nashville, Tennesse, donde se encontraba filmando la película “At Close Range”. Madonna había finalizado su primera gran gira «The Virgin Tour» y había viajado para visitar a su novio durante el rodaje, cuando recibieron en su habitación un ramo de globos con una tarjeta que decía: “Para Madonna y Sean. Felicidades Mamá y Papá. ¿Qué tal una exclusiva?”, refiriéndose a los supuestos rumores de embarazo de Madonna. Esto enfureció enceguecidamente a Sean quien salió del cuarto y comenzó a gritar desaforadamente a los fotógrafos que estaban instalados al frente del hotel. El actor comenzó a atacarlos con arrojándoles una piedra lo que hizo que uno de ellos perdiera su cámara, e inmediatamente el actor se abalanzó sobre los periodistas a golpes de puño. Madonna quien estaba mirando toda la escena desde la puerta del hotel, volvió a su habitación precipitadamente. Sean Penn admitió su culpa de agresión y se le impuso una condena condicionada de 90 días de reclusión y una multa de 50 dólares por cada acusación. Esta no sería la primera y única vez que Madonna tuviera que presenciar a su pareja arremeter violentamente contra la prensa. Con el tiempo, esta conducta se volvió algo casi rutinaria en cada salida pública que hacían. Madonna solo ignoraba la situación y seguía su camino con la miraba en el piso.
Durante el primer semestre de 1985, la pareja tuvo que afrontar algunas situaciones de conflicto concernientes a la carrera de Madonna. En julio, aparecieron publicadas en “Penthouse” y “Playboy” las fotografías de desnudos que Madonna había realizado para fotógrafos entre 1977 y 1979, (de hecho “Penthouse” tuvo el mal gusto de enviar una copia de la revista a Sean). Y como si esto fuera poco, el director John Lewikci, luego de ganar un breve juicio, logró los permisos para publicar y difundir el film “A Certain Sacrifice” que Madonna había filmado en 1979 en donde se la veía desnuda y en escenas con contenido erótico. A pesar de todo, esto no pareció molestar demasiado a Penn, como si lo hacía la presencia de la prensa. Durante este episodio, se los vió más unidos que nunca durante el show que Madonna brindó para el concierto a benefecio «Live Aid»; Sean estuvo con ella en todo momento.
Pese a todo, la relación seguía y Madonna estaba prácticamente viviendo con Sean en Los Angeles para cuando para sorpresa de todos, la flamante y fogoza pareja anuncia su boda para agosto. Hay que tener en cuenta que ambos se conocieron en enero de ese año y no comenzaron a salir hasta mayo aproximadamente, y ya en julio estaban anunciando una boda. Apresurado tal vez, pero el casamiento entre Madonna y Sean fue una muestra más de la característica impulsiva del funcionamiento de la pareja. Pese a ser organizada con el mayor de los secretos y con toda una estrategia de evasión a los medios, los detalles de la boda del año, salieron a la luz y la ceremonia, realizada el 16 de agosto en Malibú se convirtió en un verdadero caos, con insultos, gritos, helicópteros sobrevolando sobre los invitados y un furioso Penn que disparaba como un loco al aire.
Luego de la accidentada boda, Madonna y Sean se mudaron a un chalé estilo español en Malibú con una fenomenal vista al océano, el terreno de la propiedad ocupaba más de 20 hectáreas y Penn había mandado a construir alrededor, un muro digno de un castillo medieval. Madonna comenzó su nueva etapa de ama de casa y de recién casada. Debido a la gran exposición mediática que venía teníendo, un poco de privacidad no le venía nada mal. Así que durante un tiempo, la cantante se recluyó su mansión de California para poder dedicarse a su marido. Las cosas no cambiaron mucho luego de la boda. Madonna y Sean discutían permanentemente y siempre con tonos de elevada agresión y violencia; sin embargo ellos decían que la química que ambos tenían superaban cualquier discusión.

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