A mediados de 1994, Madonna comenzó a trabajar en el arte del que sería su próximo disco de estudio, «Bedtime Stories». Para esto se realizó una sesión fotográfica a cargo de Paolo Roversi. En las fotos vemos a una Madonna casi irreconocible, sin maquillaje, con un aire etéreo y casi onírico. El cabello rubio platinado, corto, cejas imperceptibles y un fondo rodeado de un aura casi espectral. Una de las primeras fotos tomadas por Roversi y que se propuso para la tapa del disco fue una en donde se ve a Madonna recostada con los brazos cruzados sobre su rostro.
El resto de las fotos mostraron un aire similar con Madonna mirando a la cámara sin poses raras, sin parafernalia, sin adornos. Sin embargo, a la Warner no le pareció que estas imágenes sirvieran mucho para «vender» el disco, creían que eran demasiado «conceptuales» y que el público masivo no estaría preparado para un cambio tan radical en Madonna. Fue por esto, que el proyecto de Roversi quedó cancelado y Madonna realizó una nueva sesión fotográfica a cargo de Patrick Demarchelier que fueron las que finalmente se escogieron para la tapa.
Igualmente las fotos de Roversi vieron la luz en 1995, aunque sea un par de ellas cuando se realizó el lanzamiento del single «Bedtime Story». Allí una imagen de la mano de Madonna con una rosa fue la que eligió para ilustrar la tapa del single en su lanzamiento mundial y luego otra imagen del rostro de Madonna se utilizó para la edición especial del vinilo en UK.
Finalmente, en noviembre de 2025, se lanzó el EP especial aniversario «Bedtime Stories: The Untold Chapter» en donde si vemos la foto de Paolo Roversi en todo su esplendor ilustrando tanto la tapa como la contratapa del disco.
DIVINA MADONNA 
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