
“Pasé por mucho dolor cuando era niña y la única manera de superarlo era diciéndome a mi misma que esto era una enseñanza, que era una prueba para mí. Si podía superar esto, entonces tendría mi recompensa al final del camino. Cuando sea grande, tendría las cosas que quisiera” Madonna sobre la muerte de su madre (1985)
Los ancestros de la familia Fortin eran originarios de Saint Michel de Sherbrooke en Quebec y emigraron a principios de 1900 hacia Estados Unidos, más precisamente la pequeña localidad de Bay City en Michigan. En 1911 nace Elsie Mae Fortin quien vivió toda su vida en dicha ciudad; durante su juventud conoce a un primo lejano Willard Fortin y comienzan un breve romance para terminar casándose en 1929. Los esposos Fortin, siempre residieron en Bay City; eran católicos practicantes y seguían al pié de la letra los preceptos de la Iglesia. Tuvieron ocho hijos, una de las cuales fue bautizada con el inusual nombre de Madonna Louise Fortin, haciendo alusión al nombre de la Virgen.
El matrimonio Fortin se instaló inicialmente en una pequeña casita en el N°87 del State Park Drive en donde nacería la primera hija, Madonna Louise Fortin el 11 de Julio de 1933. Geraldine “Chickie” Sanders vivía en frente a los Fortin y al tener la misma edad que Madonna se hicieron grandes amigas además de ser compañeras de colegio. Chickie todavía reside en Bay City en una casa vecina a la de su infancia y tiene gratos recuerdos de la amistad con Madonna. La niña fue siempre obediente, buena y educada; regida por los preceptos de la religión. Sus compañeros recuerdan que ella era muy católica, iba a misa y tomaba la comunión todos los días, pero también era muy sociable, le gustaba ir a fiestas, cantar y bailar Madonna Fortin asistió al colegio “Saint Joseph High” en donde tuvo una vida muy activa durante sus años de estudio, hizo cursos de teatro, estuvo en el equipo de porristas, trabajó en la biblioteca y fue secretaria de clases.
En 1947, los Fortin se mudan a una casa más grande ubicada en el N°1022 de la calle N. Birney. En ese año Madonna comienza el noveno grado en el colegio “Saint Joseph”. La casa estaba ubicada a unas pocas calles de la Iglesia de Saint Joseph, a donde la joven concurría a misa regularmente. Durante el último año de estudio de Madonna en 1951, la familia se muda a una tercera casa ubicada en el N°1204 de la calle Smith. En esta casa viviría Madonna hasta el momento de casarse y luego quedaría allí su madre Elsie, hasta el día de su muerte en 2011.
A los 20 años, y el día de la boda de su hermano mayor, la joven Madonna conoce a uno de los amigos de su hermano. Si bien ella estaba de novia con otro joven de la ciudad, la imagen impactante de aquel muchacho de rasgos italianos y vestido de militar cautivó su atención y corazón. Así fue como Madonna dio por finalizado su romance y comenzó una relación a distancia con Silvio “Tony” Ciccone, la cual duró algo más de tres años. Mientras él terminaba su carrera de ingeniería, Madonna asistió al “Bay City Junior College” y durante dos años trabajó como ayudante y técnica en un consultorio radiológico. Probablemente esta exposición haya facilitado la enfermedad de contraería años más tarde.
Tres meses después de su graduación de ingeniero, Silvio Ciccone y Madonna Fortin, se casan en la Iglesia de la Visitación de Bay City, el 2 de julio de 1955. Jóvenes, guapos y bien educados, la pareja parecía representar los sueños y valores de una época que quedaría marcada en la historia de Estados Unidos. Años de pleno empleo, rígidas conversiones y conservadurismo cultural pero también optimismo desbordado y una fe incondicional con el sueño americano. Tony había encontrado un trabajo como ingeniero de Defensa y Óptica en la «Chrysler», desarrollando su carrera hasta ganar un sustancioso sueldo en «General Dynamics» trabajando en el diseño de tanques con la Hughes Corporation. Así el matrimonio Ciccone se instaló en una pequeña casa del N° 443 de la calle Thors en Pontiac, a 40 km al oeste de Detroit y Madonna Fortin dio a luz al primogénito de la pareja, Anthony, el 4 de mayo de 1956. El segundo hijo, Martin nació el 9 de agosto de 1957. Finalmente un año más tarde, el 16 de agosto de 1958, Madonna Fortin, quien se encontraba visitando a su madre, Elsie en Bay City, dio a luz a tercer hija a quien llamaron exactamente igual que su madre: Madonna Louise. En alguna entrevista Madonna supo declarar: “Es extremadamente raro que una mujer italiana y religiosa le pusiera su mismo nombre a una hija. Mi madre quería ser cantante, así que es como una misión que tengo al llevar su nombre”.
Tres hijos más vendrían durante los tres años siguientes: Paula (1959), Christopher (1960) y Melanie (1962). Madonna siempre estuvo muy ligada a su madre. Ambas se profesaban un amor profundo y especial. Sus primeros recuerdos de su infancia eran felices y siempre rondaban en torno a su madre. «Era bonita, cariñosa y atenta con sus hijos. Le gustaban mucho los niños. Era indulgente y angelical» recuerda Madonna. En la entrevista que Madonna dio a la revista “Time” en mayo de 1985, la cantante expresó: “tengo el recuerdo de mi madre en la cocina limpiando el piso. Ella hacía todas las tareas de la casa y siempre estaba detrás de nosotros ordenando. Éramos unos chicos muy desordenados. Recuerdo tener estos sentimientos mezclados. Tengo muchos sentimientos de amor y calidez con respecto a ella pero a veces pienso que la torturábamos. Creo que los niños hacen eso con la gente que es buena con ellos”.
A partir de 1962 la familia comenzó a notar como la salud de la madre comenzó a deteriorarse rápidamente. Se empezaron a ver cambios en el comportamiento y en la conducta de la mujer, ya que se agotaba con facilidad y no podía realizar los quehaceres de la casa. Madonna Fortin estaba cada vez más delgada y sin apetito y ya no podía jugar con sus hijos, al mismo tiempo que las internaciones se hacían cada vez más frecuentes. La pequeña Madonna solía enojarse mucho con su madre porque no podría jugar con ella ni prestarle la misma atención que antes. Cuando le diagnosticaron la enfermedad, el cáncer de mama estaba ya demasiado avanzado. El 1 de diciembre de 1963, Madonna Fortin fallece, luego de haber estado internada varias semanas en el “Pontiac General Hospital”. Los servicios fúnebres se llevaron a cabo en la Iglesia de la Visitación, la misma en la que Madonna Fortin se casara ocho años antes y fue enterrada en el “Calvary Cemetery and Mausoleum” en Kawkawlin, Bay County, Michigan.

Los hijos, sobre todo Madonna, nunca lograron comprender la magnitud de aquella tragedia y jamás se volvió a hablar del tema en la casa. Su madre simplemente había desaparecido y nadie nunca pudo explicárselo a una niña de cinco años. Este hecho fue una bisagra en la vida de Madonna, fue un hecho que la marcó para siempre y que desde entonces ha estado presente en todas las formas de expresión artística de su carrera. «Su muerte tuvo mucho que ver a la hora de decidirme, en cuanto hubo superado el dolor: tengo que ser muy fuerte. Ahora que mamá ya no está debo cuidar de mi misma».

Madonna ha expresado todo el dolor que sintió con la muerte de su madre y con el nuevo matrimonio de su padre infinidades de veces. Tal vez el hecho de haber quedado huérfana a los cinco años y que en lugar de su madre apareciera de golpe la imagen de una madrastra, fría y estricta como Joan Gustafson hicieron que la pequeña creciera con una rebeldía indomable. La mala relación que durante su adolescencia y juventud tenía con su padre, llevó a Madonna a alejarse por mucho tiempo de su casa, de sus hermanos y de su familia. No había entrevista en donde la cantante no relatara lo traumático que había sido los años de su infancia luego de que su madre muriese y todo este dolor, ella pudo canalizarlo en su trabajo y plasmarlo en su carrera, ya sea en canciones o videos.
En 1989, Madonna lanzaría el disco “Like a Prayer”, tal vez el disco más autobiográfico y emocional de toda su carrera. El disco tenía una gran carga emblemática vinculado sobre todo con sus años de crecimiento bajo la religión católica. En las canciones Madonna contó temas personales como la relación con su padre, el divorcio de Sean Penn y sobre todo la tristeza con la muerte de su madre. La canción “Promise to Try” habla específicamente de eso, de la visión de una niña que debe seguir intentando vivir a pesar del dolor más grande de haber perdido a su madre. Otro ejemplo es la canción “Oh Father” en donde la cantante explora sus vínculos con la autoridad masculina (padre y esposo). El video dirigido por David Fincher, muestra a una niña asistiendo al funeral de su madre (tal vez Madonna quería dejar plasmado como fue lo que vivió durante su infancia). Madonna recuerda que durante el funeral, veía a su madre muy guapa, como si estuviera dormida en el ataúd abierto hasta que noto que la boca estaba extraña, tardo poco en darse cuenta de que sus labios estaban cocidos. En ese momento comprendió que la había perdido para siempre. Esta escena fue fielmente reflejada en el video de “Oh Father”. El disco “Like a Prayer” estuvo dedicado a su madre “quien me enseñó a rezar”.


En 1991, Madonna mostró el lado más humano durante el documental “Truth or Dare”, que registraba el detrás de escena de una de sus giras más importantes de su carrera, “The Blond Ambition Tour”. Allí vemos una escena en donde Madonna concurre al cementerio a visitar la tumba de su madre después de muchos años de ausencia. Es una escena muy emotiva, en donde la estrella se tira en el suelo y pide que “la entierren junto a su madre”.

Luego del nacimiento de su hija Lourdes en 1997, Madonna sintió que el vínculo que su madre finalmente se fortalecía, al convertirse ella misma en madre pudo entender la vida desde otra visión, desde otra perspectiva. Esto, además de comenzar sus estudios de la Kabbalah, Madonna entraría en una de las etapas más espirituales de su vida. En cada uno de sus discos, podríamos decir que hay alguna canción dedicada a su madre, por ejemplo podemos citar a “Inside of Me” de “Bedtime Stories” (1994); “Mer Girl” en “Ray of Light” (1998); “Mother and Father” del disco “American Life” (2003) entre otras. En uno de sus últimos singles “Ghosttown” del disco “Rebel Heart” (2015), Madonna realiza un video en donde muestra una de sus fotografías de preferidas de su madre. A nivel personal, la cantante también ha expresado su amor incondicional por su madre, sobre todo luego del surgimiento de Instagram, la estrella está permanentemente subiendo fotos y recordando a su madre con imágenes y textos.


“Perder a tu madre es como si te arrancaran el corazón del pecho. Como si faltara una parte del cuerpo. El abandono mayor. Y para mí fue como un gran misterio dónde se había ido”.
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