INFORMES

«NUESTRA HERMANA ‘FLACA'»


LA HISTORIA DE MADONNA Y SU AMISTAD CON LOS JOVENES DEL LOWER EAST SIDE


Era la primavera de 1983 y «Flaca», una actriz, bailarina y cantante en ascenso, invitó a un grupo de adolescentes a unirse a ella a una sesión fotográfica en el techo de su edificio. Tan solo unos pocos meses después, «Flaca» sería conocida mundialmente como «Madonna». «Ustedes son mi familia. ¿Creen que algún día podría dejarlos?», solía decir la joven afectuosamente a la pandilla. Para esos jóvenes, casi niños, «Flaca» era como una divertida hermana mayor que solía tocar la guitarra y cantar con ellos en la puerta de su edificio o invitarlos a bailar en la calle con su gran radio. Ellos sabían que la chica tenía talento, pero nunca se imaginarían que se convertiría en una estrella mundial.

Madonna y la pandilla fotografiados por Richard Corman a comienzos de 1983

Después de tres décadas, estas fotografías tomadas por Richard Corman salen a la luz en un libro titulado «Madonna NYC83» y en una importante exhibición. Pero fue luego de que el periódico «The New York Post» publicara un artículo sobre estas fotos, que Lamont Clarke de 44 años, ahora cumpliendo una prolongada condena en la cárcel por robo, se reconoció en las mismas y decidió dar una entrevista. «Soy una persona humilde y nunca dije a nadie que conocía a Madonna pero mis compañeros venían hacia mi con el periódico en la mano y me preguntaban si uno de esos chicos de la foto era yo. No pude mentir y les dije la verdad».

Clarke espera que Madonna, a quien él llama «hermanita», se contacte y así poder entregarle una carta en la que explica lo mucho que ella significó para ellos y el orgullo que sintieron con su éxito. «Estoy muy feliz por su éxito porque ella es una hermosa persona. Nunca juzgó o discriminó a nadie y siempre ayudó a todos los que pudo. Tiene mucho amor en su corazón y siempre será mi hermana».

gang-5

«Estoy muy feliz por su éxito porque ella es una hermosa persona. Nunca juzgó o discriminó a nadie y siempre ayudó a todos los que pudo. Tiene mucho amor en su corazón y siempre será mi hermana».


Lamon Clarke, huérfano, fue criado en la pobreza por su abuela, y conoció a Madonna a principios de los 80s, cuando ella se muda a un destartalado departamento en el quinto piso en el número 232 de la calle 4 Este. Fueron presentados por un par de hermanos llamados Danny y Junito quienes vivían en el mismo edificio que Madonna. «Había mucho racismo con entre los blancos, los negros y los latinos. Pero a «hermana» nunca le importó el color de la piel. Ella era esta loca y divertida chica. Simplemente encajaba con nosotros» continía Clarke. Para ese entonces Madonna estaba saliendo con el DJ John «Jellybean» Benitez, también de origen humilde y de Puerto Rico, como la mayoría de los jóvenes que vivían en ese sector de Manhattan. Benitez era amigo de Danny y le había pedido que la pandilla cuidara a Madonna cuando ella regresara tarde a la noche luego de grabar en el estudio o de alguna actuación. «Nosotros vigilábamos la cuadra. Habíamos formado un grupo llamado TFK» («Those Fucking Kings»). Estábamos en la calle, con nuestras patinetas controlando a cualquier extraño que pudiera ingresar al vecindario».

Los chicos congeniaron con Madonna de inmediato. Se pasaban horas charlando, cantando o bailando en las calles o en el techo del edificio. «Hermana siempre llevaba su radio consigo. Y sino, su guitarra. Siempre estábamos bailando y cantando. En las noches de verano, la madre de Danny solía pedir a nuestra amiga «Flaca» que cantara alguna canción. En otras ocasiones solo nos tirábamos en el piso de su departamento sin muebles a comer pizza. Ella siempre estaba tratando de arreglar las cosas, sobre todo cuando alguno de nosotros tenía alguna pelea. Eramos pobres, no teníamos ni ropa de moda ni joyas, pero a ella le gustaba nuestro estilo. No teníamos mucho, pero nos teníamos a nosotros». Aunque Madonna no hablaba mucho con ellos de su carrera, ellos sabían que iba a ser algo grande; sólo nunca se imaginaron cuanto. «Ella estaba 100 por ciento decidida a lograrlo. Era muy segura de sí misma» recuerda Clarke.


«Hermana siempre llevaba su radio consigo. Y sino, su guitarra. Siempre estábamos bailando y cantando. En las noches de verano, la madre de Danny solía pedir a nuestra amiga «Flaca» que cantara alguna canción. En otras ocasiones solo nos tirábamos en el piso de su departamento sin muebles a comer pizza«


Madonna dejó el Lower East Side en el otoño de 1983 unos pocos meses después del lanzamiento de su primer disco. Clarke tiene recuerdos agridulces de aquella partida porque nunca tuvo la posibilidad de despedirse. «Un día Junito estaba sentado en la acera y parecía triste con la mirada baja…’Hermana se marchó, se fue’… me dijo. Traté de reponerme al shock diciendo que algún día, tal vez ella regrese. Que algún día vendría en una limusina y abriría la puerta y nos invitaría a algún show con ella. Cuando eres niño, esperas que suceda ese tipo de cosas. Pero eso nunca ocurrió y nosotros simplemente seguimos con nuestras vidas».

La pandilla se separó a mediados de los 80s cuando tres de sus miembros dejaron Manhattan; otro falleció y Clarke fue sentenciado a 20 años de prisión en 1999 por robo agravado a una fabrica. «Me metí en problemas y tomé el camino equivocado. No estoy muerto, pero estoy enterrado vivo aquí adentro». Clarke es padre de un niño y probablemente salga de la cárcel por buena conducta en 2017 y espera poder reencontrarse con Madonna como en los viejos tiempos. «No quiero nada de ti hermana, pero deseo que leas este artículo. Lealtad antes que la realeza. Sé que el amor que sentías por nosotros era verdadero».

New York Post (06/05/14)


LA CARTA DE CLARKE A MADONNA

«Hubieron muchas cosas sin decir cuando te fuiste. Cuando eres niño a veces es difícil expresar lo que sientes. Pero lo que nosotros compartimos no tiene precio.
Parecía que teníamos una conexión especial debido a nuestros asuntos del pasado, aunque eso nunca lo hablamos. Eramos felices. Nadie juzgaba a nadie, nos cuidábamos. Solía pensar mientras comíamos pizza cuan humilde y buena eras, allí sentada con tu radio. Tú ya eras exitosa en tu interior, así que la fama tenía que llegar. No sólo eres respetada y amada por tu música, sino también por como llevas la vida y ayudas a los demás. Lo has logrado, hermanita. El esfuerzo sincero siempre te recompensa.
Nunca traté de contactarme contigo antes. Pero la fotografía en el «New York Post» fue una señal de Dios. Si hubiera tratado de contactarme contigo antes, la gente de tu entorno hubiera herido mi orgullo. No hubiera podido lidiar con eso. La gente que no me conoce pero me juzga diciendo: «olvídalo. Es el pasado y él solo quiere dinero».
Sé que algunos familiares y amigos hacen ese tipo de cosas, pero yo no soy así. Rica o pobre siempre serás mi hermana. El tiempo que compartimos fue de verdadero amor. No involucramos el dinero. Te quiero por lo que eres y no por lo que te convertiste.
Si fuera posible, me gustaría volver a verte después de estos 30 años. Un cálido y sincero abrazo haría mucho en este momento. Estoy muy feliz y orgulloso de tí. Lo lograste hermana.
Te quiere, Lamont, tu pequeño hermano».


0 comments on “«NUESTRA HERMANA ‘FLACA'»

Deja un comentario