
Madonna había dicho a Sean que quería una ceremonia “bonita y tranquila”, con solo algunos amigos íntimos y familiares en un ambiente de privacidad absoluta. Esto debió hacerle disparar alguna alarma a Penn ya que lo que expresaba su futura esposa era totalmente lo opuesto de lo que ella era en esencia: una máquina para llamar la atención y ávida de publicidad. Los preparativos de la boda se llevaron a cabo en el más absoluto de los secretos, no se supo hasta el mismo día, ni el lugar ni el horario exacto. Sin embargo, la prensa se las arregló para descubrir el sitio en donde se realizaría la boda del año y todo el evento se convirtió en un desastre que quedará para siempre en la memoria colectiva. Periodistas camuflados entre los arbustos, helicópteros sobrevolando el lugar y un furibundo Sean Penn que insultaba a los cuatro vientos hicieron que esta boda sea para el recuerdo.
LAS DESPEDIDAS DE SOLTEROS
La despedida de soltero de Sean Penn fue organizada por su hermano Chris Penn y entre los invitados se encontraban Tom Cruise, Robert Duvall, David Keith y Harry Dean Stanton. El entretenimiento de los señores estuvo a cargo de la stripper Kitten Natividad quien realizó un sensual acto con la canción “Material Girl” mientras se desnudaba enfrente de un hipnotizado Penn en un cuarto privado en el club “Roxy” de Hollywood.
Con respecto a Madonna, en julio se le brindó una exclusiva fiesta en el departamento de Nancy Huang, novia en aquel momento de Nile Rodgers con una docena de amigas invitadas como Alannah Currie cantante de los Thompson Twins y la actriz Mariel Hemingay. Luego en Los Angeles dos días previos a la boda, Madonna y un selecto grupo de amigas lo festejaron en el mítico bar de strippers y lucha en el lodo el “Hollywood Tropicana”. Al igual que el matrimonio de Madonna y Penn, el lugar duró hasta 1989.
LAS INVITACIONES
Las invitaciones fueron realizadas por el hermano de Sean, Michael Penn. Estaban confeccionadas en papel rosa y decían: “Ven por favor a la Fiesta de Cumpleaños de Sean y Madonna. La celebración empezará a las seis. Por favor sé puntual o te perderás la ceremonia de su enlace” poniendo el apodo por los que ya eran conocidos en la prensa “Los venenosos Penn”. La ilustración de la tarjeta mostraba a Sean y Madonna como caricatura, ella llevaba un cinturón con una hebilla con la leyenda “Sean Toy”. Como se habían omitido deliberadamente el día y el lugar exacto del evento, se le pedía a los invitados que al momento de la confirmación dejaran un número de teléfono para ser informados de todos los detalles.

LOS PREPARATIVOS
Durante los preparativos, el equipo de Madonna comenzó a insistir para que Sean Penn firmara un acuerdo pre-nupcial a lo que él se negó rotundamente. Las peleas se hacían cada vez más violentas y con amenazas de suspender la boda ya que Penn se negaba a firmar aquel acuerdo. Sean alegaba que el entorno de Madonna era “un grupo de idiotas patéticos que me acusaban de tratar de apoderarme el dinero de Madonna. Era absolutamente ridículo”. Sin embargo y pese a las constantes peleas, Sean accede a firmar el acuerdo y la boda sigue adelante. El ambiente estaba enrarecido, Sean y Madonna apenas se hablaban luego del episodio del contrato pre-nupcial. Él se mostraba distante y alejado y ella reservada; parecían estar mutuamente enojados; de todos modos la boda se realizó igual.

El misterio era enorme. En teoría nadie, absolutamente nadie, debía enterarse de los pormenores del evento y mucho menos la prensa. El lugar escogido se mantendría en secreto hasta último momento, incluso la empresa de catering fue avisada el mismo día y fueron todos escoltados por seguridad para evitar que en el camino algún camión se detuviera para filtrar información sobre el evento. Los invitados cayeron en la cuenta de que Madonna y Sean se casarían exactamente el mismo día en que ella cumplía 27 años y él 25 al día siguiente. Si bien la invitación comenzaba invitando a la “fiesta de cumpleaños de Madonna y Sean”, más abajo se aclaró como al pasar que también realizarían su boda. La gente sería informada a sus teléfonos particulares u hoteles el sitio exacto de la boda 24 horas antes del evento. La ceremonia se llevaría a cabo al aire libre en la propiedad del millonario Don Unger en Point Dume en Malibú, el 16 de agosto de 1985 a las 6 de la tarde. La casa era una inmensa mansión con amplios balcones que miraban hacia el jardín donde estaba preparado el altar. Todo el parque lindaba sobre un acantilado hacia el mar.

A pesar de toda la logística para mantener el evento alejado de los medios fue sencillamente imposible. En menos de una hora toda la prensa ya estaba enterada de los pormenores de la boda, el lugar, la hora, los invitados, todo. Muchos hasta bromean y dicen que fue la propia Madonna que llamó de manera anónima a la prensa. Más de un centenar de periodistas, reporteros y papparazis estaban rodeando el lugar desde todos los ángulos posibles, incluso colgados de lo árboles literalmente y hasta ofrecían altas sumas de dinero para poder ingresar en las casas vecinas y obtener fotografías mejores. Sean pidió a Madonna que dejara ingresar a la prensa y tomar algunas fotografías de cortesía así podía pasar el resto de la velada en paz pero Madonna se negó rotundamente.
LOS REGALOS
Madonna quedó extasiada cuando recibió el regalo que le hizo su fututo marido con motivo de su matrimonio. Un impresionante coche convertible Thunderbird de 1957 en color rosa coral. Lamentablemente, el coche fue puesto en subasta por Madonna, inmediatamente después de su divorcio. Con respecto a los invitados, la mayoría debió concurrir a la fiesta con su presente en las manos, debido a que en las invitaciones no había ninguna dirección para enviarlos previamente. Dentro de la casa se reservó una habitación entera para acumular los regalos de bodas entre los que contaban un servició de té de plata antiguo de 1912, presente de John Daly, productor del film protagonizado por Penn “The Falcon and the Snowman”; una rockola antigua original con los 24 clásicos preferidos de Madonna, regalo de Mo Austin, directivo de la Warner Bros. Por su parte, Andy Warhol y Keith Haring realizaron varias obras de arte como intervención en los titulares del «New York Post», en los que Madonna expresaba «No estoy avergonzada» en relación a la aparición de sus fotogafías de desnudos.

LOS NOVIOS
Sean Penn lucía un impecable traje de Versace negro comprado una semana antes en Rodeo Drive por U$S695; con corbata al tono, cuyo nudo estaba mal hecho. El novio lucía molesto, cansado y estaba mal afeitado también.

Madonna lucia un impactante vestido blanco de U$S 10.000, obra de la diseñadora Maerlene Stwart, quien se habría encargado del vestuario de “The Virgin Tour”; “queríamos algo con el estilo de los 50s. Algo que Grace Kelly hubiera usado” dijo la diseñadora. El vestido era impresionante, se componía de un body con armazón, strapless y escote en forma de corazón en tafetán y chiffon con capas de tul blanco plisadas superpuestas. Como ornamento una gran banda de flores hechas a mano en seda color púrpura acompañadas de perlas de fantasía, cruzaba enteramente desde el hombro derecho hacia la cadera izquierda. La falda estaba compuesta de múltiples capas de tul superpuestas dando un efecto vaporoso y pomposo. Madonna lucía su cabello recogido en un moño a la francesa y acompañado de un sombrero tipo bombím negro con un velo de tul y los mismos apliques que en el vestido. Madonna lucía un único pendiente de oro y perla diseñado y realizado exclusivamente como regalo de bodas por su amiga Maripol. Los zapatos eran dignos de una reina, realizados en brocato y seda color crema y oro con apliques en pedrería, perlas y flores de tela obra de la prestigiosa zapatería Di Fabrizio de Los Angeles. El vestido de novia que Madonna usó el día de su boda fue puesto en remate por la gran casa de subastas “Julien’s” en 2014 y fue vendido por la suma de U$S 81.250.
LA BODA
Entre los mas de 220 invitados se encontraban Tom Cruise, David Letterman, Diane Keaton, Martin Sheen, Carrie Fisher, Cher, Rosanna Arquette, Emilio Estevez y Christopher Walken. Sin embargo, la fiesta fue un fiasco absoluto. La gente de Hollywood se mantenía bien alejada de la gente de New York, era la Costa Oeste versus la Costa Este, la cual estaba representada por los amigos de Madonna como Keith Haring, Martin Burgoyne, Andy Warhol, Debi Mazar o Erica Belle.
Al principio varios helicópteros se mantenían a distancia sobrevolando la propiedad, pero cuando Madonna salió, éstos se acercaron peligrosamente al lugar poniendo en riesgo a todos los invitados y generando un viento y un ruido que parecía que la gente estaba en medio de un huracán. Por su parte, un enfurecido Penn recorría la propiedad con un escopeta disparando al aire y gritando improperios. Madonna y el resto de la gente estaban estupefactos. Para finalizar su acto, Penn escribe en la arena de la playa contigua a la casa: “FUCK OFF”, un pequeño y conciso mensaje de bienvenida para los helicópteros. Madonna no pudo contenerse y comenzó a insultar también y agitar sus puños hacia el cielo. Entre los gritos, disparos y el viento que levantaban los helicópteros Sean exclama a sus invitados: “Bienvenidos a la nueva versión de Apocalipsis Now”.
Luego del pequeño espectáculo, se intento reanudar la ceremonia. Los novios dijeron sus votos y dieron el sí (casi sin oír prácticamente nada por el ruido de los helicópteros) en medio de aquel tumulto ante el Juez John Merrick y en menos de cinco minutos terminó la ceremonia cerrando con la canción “Carrozas de Fuego” cuando la pareja se dieron su primer beso como matrimonio Entonces, pasaron todos los invitados al interior de una gran carpa en el parque para continuar con el agasajo. El menú a cargo del exclusivo restaurante “Spago” y consistía en caviar, langosta con salsa de crema, pez espada y ensalada mixta; vino Pinot Noir, Champagne “Crystal” y una gran variedad de tragos animaron a los invitados.

El primer baile de los novios fue con un tema de Sarah Vaughan. Mas tarde, Madonna bailó alegremente, mientras que a Sean lo vio cabizbajo durante toda la noche. La música consistía básicamente en repertorios de Jazz y swing pasados por el Dj Terence Toy para luego reanudar con un set de los clásicos de Motown hasta el hit del momento “Into the Groove” con el que Madonna y Matin Burgoyne bailaron descontroladamente. No había banda en vivo, cosa que aparentemente Cher criticó de manera dura: “¿acaso no pueden pagar una banda?” dicen que preguntaba indignada. El ambiente no era precisamente de celebración. Se notaba una gran distancia entre la gente de Madonna y la de Sean. A él no le gustaban esos “bichos raros” de New York y lo hacía más que evidente. A su vez, sus amigos pensaban que Madonna estaba cometiendo un gran error al casarse; sin embargo ya todo estaba hecho y no había vuelta atrás.
La hermana de Madonna, Paula Ciccone, fue una de las Damas de Honor y fue quien luchó con uñas y dientes para atrapar el ramo. Algunos rumores dicen que el baño, Paula comenzó a llorar y a quejarse de que todo lo bueno que le pasaba a Madonna tendría que haber sido para ella…”Yo soy la que tiene talento” se dice que gritaba desconsoladamente en el baño. Por otro lado, el padrino de Sean Penn fue el director James Foley (con quien estaba trabajando en su próxima película «At Close Range») quien concurrió con Diane Keaton, sobre la cual Andy Warhol se refiere en sus diarios como “la invitada más aburrida de la fiesta”. El hermano de Sean, Chris (quien falleció en 2006) fue quien atrapó la liga, la cual fue arrojada desde uno de los balcones por el flamante y algo ebrio novio.
El fotógrafo oficial de la boda fue Herb Ritts, quien tomó unas fantásticas imágenes de los novios, una fotografía de Madonna momentos previos a la ceremonia fue publicada en su libro “Notorious” de 1992. En noviembre de 2016 y luego de haber limado asperezas a lo largo de los años, Sean y Madonna se reunieron para recaudar fondos para la fundación “Raising Malawi”. Algunas de estas fotografías de su boda, tomadas por Ritts fueron puestas en subasta en el evento de “Art Basel Miami” por decisión conjunta de ambos artistas.

Luego de la escandalosa fiesta, los novios pasaron una tranquila noche de bodas en la casa de los padres de Sean en Los Angeles y después de festejar el cumpleaños número 25 del joven, los recién casados partieron hacia una lujosa suite en el “Highlands Inn” en Carmel, California, la cual se vio interrumpida también por la presencia de gran cantidad de papparazis en los alrededores. Como primera vivienda, la pareja inicialmente aplicaron para comprar un condominio en el exclusivo Edificio “San Remo” en el Upper West Side en Manhattan, pero fueron rechazados, tal vez por el miedo de los vecinos del acoso de la prensa que la pareja podría causarles. Debido a esto, Madonna y Sean decidieron comprar una gigantesca mansión estilo “colonial español” en Malibú, en donde pasarían los primeros años de casados. Se instaló un impresionante sistema de seguridad y Sean Penn hizo construir una muralla alrededor del gigantesco parque para proteger al máximo su privacidad. Madonna comenzaba así una etapa de tranquilidad y alejamiento de los medios siendo ahora la “Señora de Penn”.
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