Martin Burgoyne fue un joven artista plástico que formó parte del nuevo movimiento artístico de New York a principios de los 80s. Al llegar a la gran ciudad Burgoyne pronto se incluyó dentro de un gran grupo de jóvenes innovadores que intentaban resaltar en algún lugar dentro de la escena neoyorquina. Dentro de esos grupos, Martin Burgoyne conoció a una desconocida Madonna y se hicieron mejores amigos de manera inmediata. Cuando Madonna se lanzó a la fama, Burgoyne la acompañó en cada uno de sus pasos, primero como amigo, luego como diseñador y hasta como manager de sus primeros shows. Sin embargo, él era artista plástico y su pasión eran los dibujos y la pintura. Viendo el increíble talento que tenía su amigo, Madonna insistió para que la tapa de uno de sus discos fuera diseñada por Martin. La Sire accedió y fue así como el diseño de la portada del disco «Burning Up» estuvo a cargo de este desconocido joven.
La tapa de «Burning Up» era muy importante para Madonna no sólo porque iba a ser su segundo single que le daría la posibilidad de lanzar un LP, sino que además sería la primera vez que su cara apareciera en el frente de un disco. La tapa presenta una especie de montaje en el que se veían varias fotografías del rostro de Madonna con un tratamiento para darle el aspecto de comic o caricatura con algunos efectos de formas y color superpuesto. La tapa en total muestra una cuadrícula de 20 fotografías cuadradas de Madonna con estos efectos. Las fotografías fueron tomadas por el propio Martin Burgoyne con interposición de recortes de formas en cartón sobre el rostro de Madonna. Luego estas fueron coloreadas y se la añadieron algunos efectos especiales. Sobre las mismas se ve la leyenda “Madonna” en fuente tipo manuscrita y color rojo, mientras que debajo se observa “Burning Up / Physical Attraction” en fuente simple en color negro. Debido a que aparecen ambas canciones en la tapa, se dice que este sencillo es “Doble A”.En la contratapa, vemos una sola imagen de Madonna de la sesión de exteriores de Peter Cunningham también con un tratamiento de color a cargo de Martin Burgoyne. Este es el diseño que se escogió para el lanzamiento mundial del single, salvo España que decidió realizar su propio diseño. Los vinilos tenían leves variaciones en base a si eran de 12” o 7” y también en algunos países había sutiles diferencias en la contratapa. Cuando se lanza el formato CD, este diseño se mantuvo exactamente igual al del vinilo.
EL PROCESO CREATIVO
1 – Las polaroids tomadas del rostro de Madonna por Martin Burgoyne.
2 – Los bocetos de Martin Burgoyne para el diseño de la tapa en base a las fotografías anteriores.
3- Logo y diseño de la topografía
4 – El resultado final con la tapa del disco
5 – La fotografía original de Peter Cunningham utilizada para la contratapa.
LA EXHIBICION
En Febrero de 2011, se presentó en la galería “My Finers Art” de St. Petersburg, Florida, una impresionante colección de memorabiblia de Martin Burgoyne que incluía fotografías, dibujos y pinturas. La colección estuvo en manos de los padres del artistas desde su fallecimiento en 1986. Durante décadas, los padres de Burgoyne han mantenido toda el material referido a su hijo en privado, hasta este momento en donde se decidió hacer una gran exposición una subasta de los objetos. Mary Dowd la co-propietaria de “My Finers Art” decía: “Creo que ellos han llegado a un punto en su vida, donde se dieron cuenta de que debían hacer algo con la colección de su hijo. Así que nos llamaron y nos preguntaron si queríamos hechar un vistazo. Lo hicimos y quedamos impactados con la colección”.
La colección se compone de un total de 12 dibujos originales y coloreados con lápiz contenidos en un cuaderno espiralado, que se utilizaron para la creación de la tapa del segundo sencillo de Madonna “Burning Up”; este es uno de los objetos más valiosos del lote. Las primeras cuatro páginas contiene las 20 pequeños retratos de Madonna inspirados en fotografías en blanco y negro tomadas por Burgoyne y se creería que también podría haber participado el artista Andy Warhol. También se incluyen tres grandes retratos en lápiz de la cantante. Uno de ellos, en los que Madonna usa un sombrero es casi idéntico al diseño utilizado en la contratapa del disco “Burning Up”. El cuaderno contiene también autorretratos de Martin como así también retratos de John “Jellybean” Benitez para quien el artista también realizó varias tapas de discos. Las imágenes tienen totalmente el estilo de los 80s, con colores plenos y brillantes, retoques futuristas y una joven Madonna con el cabello corto y gruesas cejas. También encontramos un retrato original de Burgoyne realizado por Andy Warhol y también una invitación para una fiesta beneficio por Keith Haring. “Se muestra la amistad entre Madonna y Martin, la cual fue muy importante. Ambos atravesaron por momentos duros, especialmente Madonna, y él siempre estuvo allí para ella”; dice Mary Dowd.
“Creo que lo bueno de todo esto es que, aunque Madonna se ha convertido en un ícono pop y es tan exitosa, vemos estas fotos de ella, con esas expresiones tontas, divirtiéndose y pasándola bien con Martin, que la humanizan. Puedes verla de una manera que no la ves hoy en día. Hoy ella está muy lejos de esa Madonna de las fotos”; dice Dowd. La subasta se llevó a cabo el 9 de febrero de 2011 y comenzó con una base de U$S1600.
DIVINA MADONNA 
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