FRIENDS: INGRID CASARES

«Ingrid mira la vida con ojos inocentes. Es como ‘Puck’ de ‘Sueño de una noche de Verano’.
Madonna sobre Ingrid Casares (1998)

Ingrid Casares, nacida en Miami en 1964 se convirtió en una de las amigas más íntimas y cercanas de Madonna por casi 20 años. Por mucho tiempo fue considerada como la «sombra» de la cantante ya que no había evento, aparición pública, actuación o viaje que Casares no estuviera acompañando a Madonna. Desde muy joven, Casares se dedicó a ser modelo, consultora de imagen y más tarde empresaria, dedicándose a los clubes nocturnos. Fue la propietaria junto a Chris Paciello del exclusivo club «Liquid» ubicado en la Av. Washington en Miami.

Casares estuvo siempre inmiscuida en los círculos de las celebridades, según se cita en la «Enciclopedia Madonnica» de Matthew Rettemund, la cantante de folk, K.D. Lang, quien había tenido una larga relación con Casares, la definió como una «folladora de estrellas». Este título, según Lang, se lo puso la misma Casares, quien admitió que desde siempre le había atraído las celebridades. Luego de estar con K. D. Lang, Casares mantuvo un serio romance con la comediante Sandra Bernhard. Fue justamente en un cumpleaños de Bernhard en 1991, que Casares conoció a Madonna y desde entonces comenzaron a relacionarse. Desde el primer momento, Casares no se despegó de Madonna y ésta le dio mucho espacio dentro de su círculo e intimidad. Luego de la ruptura entre Bernhard y Casares, la amistad con Madonna se hizo más fuerte, lo que enfureció a Bernhard y de hecho culpó a Madonna por quedarse con «su mujer» según textuales palabras. Casares rápidamente respondió: «siempre tuve la teoría que de uno conoce a gente para conocer a otras personas. Yo conocí a Sandra porque debía conocer a Madonna».

Como dijimos la amistad de Madonna e Ingrid duró casi 20 años, sin embargo fue durante los últimos 5 años de los 90s que su amistad parecía indestructible. Si bien, ella siempre se había definido como una mujer independiente y segura y, según sus palabras: «la única capaz de decir que no a Madonna». Fue Christopher Ciccone en su libro «Life with my sister Madonna», quien la comparó con la personalidad arrolladora de Sandra Bernhard: «cuando Madonna conoció a Ingrid, la mujer en la vida de Madonna era Sandra, sin embargo, aunque su relación haya sido o no física, Madonna no podía controlar a Sandra. Una mujer con su propia personalidad, su carrera y opiniones, Sandra nunca fue el juguetito de Madonna. Ingrid, sin embargo, era todo lo contrario».

Durante todo el tiempo de relación, Madonna ha sido un gran apoyo en la vida de Ingrid. Casares tuvo varios problemas con drogas y de hecho, estuvo en rehabilitación mucho tiempo con la ayuda de Madonna. De hecho, se dice que la cantante una vez organizó una intervención para ayudar a su amiga. Con el tiempo, Casares comenzó a ser cada vez menos vista junto a la diva y lentamente su lazo íntima comenzó a desvanecer, sobre todo luego del casamiento de Madonna con Guy Ritchie. Nunca se supo si verdaderamente hubo algún conflicto que haya puesto un punto final a la amistad o si simplemente, como todo en la vida de Madonna, Casares comenzó a formar parte del pasado y pronto fue reemplazada por alguna otra amiga de mayor intimidad.