MADONNA EN «WILL AND GRACE»

MADONNA SE PRESENTÓ COMO ESTRELLA INVITADA EN LA EXITOSA SERIE DE LA NBC.

EPISODE FACTS!

Madonna fue la estrella invitada del epidosio titulado «Dolls and Dolls», episodio N°21 de la quinta temporada de la serie «Will and Grace» de la NBC, protagonizada por Eric McCormack; Debra Messing; Megan Mullally y Sean Hayes.
Desde hacía más de 2 años que el productor ejecutivo de la serie, Tim Kaiser intentaba convencer a Madonna de realizar un cameo en el show. Finalmente la noticia fue confirmada en Enero de 2003 tanto por la NBC como por la web oficial de Madonna.
El epidosio de Madonna fue grabado en Los Angeles el 18 de Marzo de 2003, sin embargo se emitió al aire el 23 de Abril, justo el día siguiente al lanzamiento de su disco «American Life».

Cuando fue contactada para realizar el cameo del show, Madonna no conocía en absoluto la serie ya que no veía televisión en ese tiempo, de manera que pidió que le enviaran un par de episodios para ponerse al día. Según ella, la comedia le pareció «histérica» y decidió de inmediato participar.
Madonna pidió no interpretarse a ella misma (como lo hicieran otras cantantes que participaron en el show como Cher) y que sus escenas fueran compartidas con Megan Mullally, aunque por algunas fracciones de segundo, la diva comparte el set con los otros protagonistas del show.
En el episodio, Madonna usa una larga peluca rubia ya que para ese momento se encontraba con el pelo moreno (primera etapa del disco «American Life»).
En el guión hay varios guiños hacia la persona de Madonna, ya según su personaje, llamado «Liz» (pore Liz Rosenberg), ella trabaja en la industria de la música, es exitosa, tiene gente a cargo como dos asistentes, etc.
Madonna comparte el set prácticamente todo el tiempo con Mullally, solo en una escena de un bar tiene un par de intercambio con McCormack, Messing y Hayes. De hecho, los actores comentaron años más tarde en una entrevista que Madonna no conocía sus verdaderos nombres y que los llamaba por los nombres de los personajes. Según Debra Messing, cuando terminó la filmación del episodio, recibió un gran ramo de rosas de parte de Madonna como disculpas por no conocer su verdadero nombre.
En la escena en donde Madonna conversa con Jack, personaje interpretado por Sean Hayes, éste le dice: «aunque no te conozco y como hombre gay, por alguna razón me siento fuertemente atraído hacía tí»; a lo que Madonna responde: «me pasa bastante seguido». Otro guiño a la carrera de la Reina del Pop.
A diferencia de todos los episodios de la serie que duraban 30 minutos, el episodio «Dolls and Dolls» se extendió por 40 minutos y fue promocionado como un «episodio extra largo». Luego sería editado (removiendo la escena en donde Madonna conversa con Hayes) para su inclusión en el DVD.

El episodio tuvo una audiencia de 17.7 millones de espectadores y fue el octavo programa en general más visto del día en Estados Unidos y finalizó en el décimo lugar en la lista del horario de máxima audiencia durante la semana del 21 al 27 de abril, según Nielsen Media Research.
Madonna tuvo críticas variadas pero la gran mayoría desfavorables con respecto a su actuación. Su reprensentante, Caresse Henry, negó que ella haya aprovechado la oportunidad de aparecer en la serie como una forma de «justificar» su carrera como actriz tras el fracaso crítico y comercial de su última película «Swept Away» (2002); al contrario, insistió en que lo hizo para «mostrar su lado cómico, porque es muy divertida, no para redimirse».
Días antes del estreno del episodio, una entrevista especial emitida por el canal VH1 titulada «Madonna Speaks» a cargo de Megan Mullally se emitió para coincidir con el estreno de la segunda versión editada del video «American Life».

ESCENAS DEL EPISODIO

SINOPSIS

Tras divorciarse, Karen (Megan Mullally) considera que le gustaría pasar tiempo con «personas reales», por lo que, luego de ver un anuncio que solicitaba un compañero de cuarto, decide ser la compañera de alguien. Visita a Liz (Madonna), una oficinista peculiar y quien puso el anuncio. Al conocerla, Karen queda intrigada por su personalidad y acepta ser su compañera de cuarto. Acuden a un bar en busca de hombres y, mientras están allí, descubren que a ambas les gusta el mismo sujeto, lo que hace que se peleen por él y como resultado ya no sean bienvenidas al bar. Las dos regresan a casa y Liz ya no quiere ser compañera de Karen. Esta última, sin éxito, intenta cambiar su opinión, pero Liz le exige que firme un cheque al propietario, Walker Property Management, por su parte del alquiler. Sin que Liz lo sepa, Karen es la dueña del edificio de apartamentos y decide que no quiere a Liz como inquilina en su edificio.