PERSONAL LIFE

LOS ORIGENES Y LA INFANCIA


LOS ANCESTROS

Las raíces paternas de Madonna se remontan al siglo XIX en la provincia de Pacentro un pueblo polvoriento de 1800 habitantes en la región de los Abruzzi al noreste de Roma, Italia. Su bisabuelo paterno Nicola Pietro Ciccone nació allí en 1867 y a los 26 años se casó con Ana María Mancini también de Pacentro. En 1901 tuvieron un hijo Gaetano Ciccone, abuelo de Madonna. Dieciocho años después, Gaetano contrae matrimonio con una joven llamada Michelina, hija de Constantine  Di Julio y Carmen (al parecer su apellido no figura en ningún registro). El 19 de abril de 1920, Gaetano Ciccone decide emigrar hacia América en busca de un futuro mejor y parte el buque «Presidente Wilson» desde el puerto de Nápoles. Tan solo tres meses después lo siguieron sus tíos Michele y María y su primo Guistinao. Gaetano se instala en Aliquippa, una pequeña ciudad de Pittsbug y comienza a trabajar como obrero metalúrgico empresa de acero Jones & Laughlin al igual que todos los demás inmigrantes europeos. Para 1925, Michelina (o Michela según los registros de ingreso al país), ya se encontraba en Aliquippa viviendo junto a su esposo; allí tuvieron seis hijos: Guido, Rocco, Neilo, Pete, Guy y Silvio.

Por otro lado, Silvio Ciccone, nacido el 2 de junio de 1934, pronto adoptó su apodo americano y comenzaron a llamarlo Tony. De los seis hijos que el matrimonio de Gaetano y Michelina habían tenído, Tony era el más inquieto, el más inteligente. Católico devoto, brillante y estudioso.
Siendo tan solo un adolescente, Tony se alista en la reserva de la Fuerza Aérea durante la Segunda Guerra Mundial y se desempeño como sargento en una base militar en Texas. Con el servicio militar cumplido regresa a Pittsburg en 1952 a casa de sus padres. Allí comienza la carrera de Ingeniería en la Universidad de Ginebra graduándose de ingeniero a las 24 años en junio de 1955.

Arriba: Pacentro; la familia Ciccone-DiJulio; Gaetano Ciccone; Michelina DiJulio; imágens de Aliquippa circa. 1920 y Silvio «Tony» Ciccone.

En una entrevista Christopher Ciccone expresó: “sangre del pionero corre en nuestras venas y estamos orgullosos. En 1690 mis ancestros maternos, los Fortin huyeron de Francia para instalarse en Quebec, en este lugar salvaje. Como los pioneros, lograron sobrevivir en una naturaleza inhóspita”.Madonna también se jacta de sus raíces canadienses al referirse de esto cuando visitó el país en 1987 y 2006. El único músico de su gira Rickey Pageot confirma la importancia que la cantante le da a los orígenes de su madre. “Me lo recuerda todo el tiempo, cuando ella hace chistes siempre me dice: ‘tengo derecho a decirlo porque mi madre era quebequense”.La familia Fortin cuenta con un historial de más de tres siglos. Sus precursores partieron de Francia y llegaron inicialmente a Quebec en Canadá en el siglo XVI, para desde allí comenzar a distribuirse generación tras generación por todo el país. Algunos de ellos saltando la frontera y estableciéndose en Michigan.

Willard Fortin, nacido en 1904, fue hijo de un leñador y dueño de una próspera empresa constructora de Bay City, Narcise Nelson Fortin y de Rose Lajoie. Hace muy poco tiempo, se encontró la partida de matrimonio de los padres de Nelson Fortin (bisabuelo de Madonna), Narcise Fortin y Felicité Rioux. Al parecer, los miembros de la familia Fortin ayudaron en la construcción de la iglesia de Rimouski en 1830. Elsie Mae Fortin, la abuela de Madonna, tenia sus orígenes quebequenses en Saint Michel de Sherbrooke. Sus padres Guillaume Henri Fortin y de Marie Louise Demers, emigraron a Bay City, Michigan, donde en 1911, nace Elsie. Willard y Elsie, quienes eran primos lejanos, comenzaron un corto romance y se casaron en 1929 en el Waldorf-Astoria de Manhattan. Los esposos Fortin, siempre residieron en Bay City; eran católicos practicantes y seguían al pié de la letra los preceptos de la Iglesia. Tuvieron ocho hijos, una de las cuales fue bautizada con el inusual nombre de Madonna Louise Fortin, haciendo alusión al nombre de la Virgen. Willard fallece a los 55 en 1954 y su viuda Elsie fallece a la edad de 99 años en 2011.

Arriba: Willard y Elsie Fortin; imágen de Bay City, Michigan circa. 1910 y Madonna Fortin.


EL ARBOL GENEALÓGICO DE MADONNA

family tree

MADONNA FORTIN Y SILVIO CICCONE

El día de la boda de su hermano mayor, Madonna Fortin, conoce a un amigo de éste, Tony Ciccone, con quien comenzó un romance que duró algo más de tres años. Mientras él terminaba su carrera de ingeniería, ella comenzaba a trabajar como técnica de rayos X. Tres meses después de su graduación de ingeniero, Silvio Ciccone y Madonna Fortin, se casan en la Iglesia de la Visitación de Bay City, el 2 de julio de 1955. Tony había dejado atrás la vida polvorienta de obrero en Aliquippa y había encontrado un trabajo como ingeniero de Defensa y Óptica en la Chrysler, desarrollando su carrera hasta ganar un sustancioso sueldo en General Dynamics trabajando en el diseño de tanques con la Hughes Corporation. El matrimonio se instala en una pequeña casa del número 443 de la calle Thors en Pontiac, Michigan a 40 km al oeste de Detroit; Madonna Fortin dio a luz al primogénito de la pareja, Anthony, el 4 de mayo de 1956; el segundo hijo, Martin nació el 9 de agosto de 1957. En 1958, Madonna Fortin, ya a término de su tercer embarazo, se encontraba visitando a su madre, Elsie Fortin en Bay City, y fue allí donde tuvo a su tercer hijo.

Abajo: los recién casados Silvio Ciccone, Madonna Fortin y la Iglesia de la Visitación en Bay City.


Madonna Louise Ciccone, nace el 16 de agosto de 1958 a las 7:05 a.m en la Sala de Maternidad del cuarto piso del “Mercy Hospital” de Bay City. Era la tercer hija del matrimonio Ciccone y la primera de las niñas. El médico que trajo a Madonna a este mundo fue el Dr. Abraham Jacoby, también oriundo de Bay City.


El matrimonio Ciccone con sus tres primeros hijos: Anthony, Martin y Madonna.

La familia llamó a la pequeña «Nonni» para distinguirla de su madre Madonna. Tres hijos más vendrían durante los tres años siguientes: Paula (1959), Christopher (1960) y Melanie (1962). Madonna era la favorita de sus padres; mimada y algo consentida pero siempre con buen corazón según recuerda su hermano Christopher. Era melodramática e histriónica, que siempre estaba tratando de llamar la atención.  Cantaba, bailaba y actuaba todo el tiempo para seducir a sus padres. De niña Madonna siempre estuvo muy ligada a su madre. Ambas se profesaban un amor profundo y especial.

Sus primeros recuerdos de su infancia eran felices y siempre rondaban en torno a su madre. «Era bonita, cariñosa y atenta con sus hijos. Le gustaban mucho los niños. Era indulgente y angelical» recuerda Madonna. Aunque era la tercera de seis niños, Madonna siempre supo como hacerse notar. Empleaba ciertas estrategias aprendidas en las películas que vorazmente veía en la televisión con el fin de ser el centro de atención. Por ejemplo, se subía a la mesa y comenzaba a hacer un número musical imitando a Shirley Temple; al final de su improvisada actuación añadía siempre su toque personal subiéndose el vestido y mostrando la bombacha. Esta travesura siempre tenía éxito con su público y desde niña aprendió que un poco de exhibicionismo complacía a mucha gente.

A partir de 1962 la pequeña Nonni y sus hermanos vieron como su madre comenzó a deteriorarse rápidamente. Se empezaron a notar cambios en el comportamiento y en la conducta de la mujer, ya que se agotaba con facilidad y no podía realizar los quehaceres de la casa. Madonna Fortin estaba cada vez más delgada y sin apetito y ya no podía jugar con sus hijos, al mismo tiempo que las internaciones se hacían cada vez más frecuentes. Ninguno de los niños tenía en claro la situación de la madre, pero el diagnostico era contundente: cáncer de mama en estado avanzado. Madonna tenía solo cinco años y el 1 de diciembre de 1963, Madonna Fortin fallece, luego de haber estado internada varias semanas en el “Pontiac General Hospital”. Este hecho fue una bisagra en la vida de Madonna, fue un hecho que la marcó para siempre y que desde entonces ha estado presente en todas las formas de expresión artística de su carrera. «Su muerte (de su madre) tuvo mucho que ver a la hora de decidirme, en cuanto hubo superado el dolor: tengo que ser muy fuerte. Ahora que mamá ya no está debo cuidar de mi misma».

Ultima fotografía famililar antes del fallecimiento de Madonna Fortin

La joven Madonna no solo aprendió a cuidar de si misma sino que también cuidó de su familia. Siendo la mayor de las hijas, aceptó de buen grado el papel de madre para con sus hermanos. De hecho su hermano Martin no sólo recuerda que Madonna daba de comer a los más pequeños sino que también se cercioraba de que todos fueran bien vestidos a la escuela. Madonna tuvo que adoptar un poco el papel de «madre» debido a que la gran cantidad de niñeras que Tony Ciccone contrataba para que se ocuparan de sus hijos, no duraban mucho tiempo en aquella casa. Madonna y sus hermanos siempre se rebelaban ante cualquier persona que intentase ocupar el lugar de su madre ausente. Sin embargo, una de las niñeras supo imponerse ante los hijos Ciccone: Joan Gustafson, una severa y rígida mujer de orígenes alemanes, no solo trajo conducta sino también disciplina en la casa. La severa y rubia JoanGustafson era totalmente opuesto a lo que era la dulce Madonna Fortin. Tal vez la fortaleza de Gustafson para enfrentar a los niños y no dejarse apabullar y huir como lo hicieron todas las niñeras anteriores fue lo que comenzó a atraer a Silvio Ciccone y en 1966, Silvio Ciccone y Joan Gutafson contraen matrimonio.

Joan Gustafson tuvo dos hijos junto a Tony: Jennifer y Mario. Los que sumaba un total de 8 hermanos viviendo en la misma casa. La disciplina debía ser estricta en una familia tan numerosa y los padres se encargaban de que se cumplieran todas las ordenes impuestas. Cada hijo tenía una tarea doméstica que cumplir, todos debían ir a misa diariamente y por supuesto los domingos, que era el día más importante de la familia. Se debía cumplir con las tareas de la escuela y además todos debían a aprender a tocar un instrumento musical y realizar un deporte (a Madonna le tocó estudiar piano, cosa que odiaba terriblemente). La televisión estaba muy controlada en la casa pero no prohibida lo que permitía a la pequeña Nonni soñar con esas grandes estrellas de Hollywood, como Shirley Temple, Marilyn Monroe oRita Hayworth. Debido a la gran cantidad de población afroamericana que había en su vecindario, Madonna creció escuchando la música de Motown, idolatrando a Diana Ross o The Supremes.

Madonna a los nueve años durante su Primera Comunión

Cuando Madonna iba a cumplir 10 años, la familia se mudó al número 2036 de la calle Oklahoma en Rochester Hills, Michigan. Madonna concurrió al Saint Frederick’s, Saint Andrews y la Academia del Sagrado Corazon; a pesar de tener calificaciones excelentes, siempre obtenía regaños debido a su mala conducta. Las enseñanzas religiosas impuesta por su padre en su casa y por las monjas en la escuela, crearon en Madonna una imaginación melodramática y morbosa. Estaba obsesionada con la fe católica, su armoniosa liturgia y los rituales barrocos; las enseñanzas de la redención, la culpa y la confesión. Durante toda su carrera posterior la imaginería e iconografía religiosa estuvo presente. Las monjas eran su fetiche, las veía misteriosas y extrañas, Madonna recuerda que siempre fantaseaba con sacarles el tocado para ver si verdaderamente tenían cabello o no. Tal era su fascinación con las religiosas que durante mucho tiempo en su infancia, la pequeña Madonna deseaba ingresar a un convento y ser una de ellas. Durante su Confirmación, Madonna escoge el nombre de Verónica para añadirlo a los suyos, ya que fue Santa Verónica quien limpio el rostro de Jesús de sangre y sudor. Esto Le pareció dramático y por supuesto apropiado para ella.

Madonna en una foto escolar, de saco celeste al cominezo de la segunda fila

3 comments on “LOS ORIGENES Y LA INFANCIA