
La lista de apariciones de Madonna en la prestigiosa revista de moda «Vogue» es interminable, pero una de las primeras notas que se escribió sobre la cantante fue justamente en 1985. En ese momento, Madonna estaba rompiendo la taquilla con su film «Buscando Desesperadamente a Susan» y el disco «Like a Virgin» estaba batiendo todos los récords. En la edición de marzo de 1985 de la revista «Vogue», se incluyó primero una nota en la sección «people are talking about» («la gente esta diciendo») sobre el modelo de Madonna en la música actual y el rol de su figura en la sociedad. La nota escrita por Peter Watrous, refiere a cómo Madonna comenzó a romper el paradigma de la mujer en la música con su imagen hipersexual, diciendo que probablemente eso ya estuviera un poco fuera de moda. La nota se ilustra con una fotografía de Steven Meisel (tal vez de la sesión de «Like a Virgin»; siendo la única que se conoce hasta el momento).
MADONNA: RETRO SEX?
Hubo una época en donde las mujeres del pop, si quería estar sobre un escenario, tenían que hacerse las tontas. Como máquinas de fantasía, ellas bailaban, sonreían, cantaban y golpeaban tamborines. El feminismo ha cambiado eso. Permitiendo que las mujeres sean lo que ellas quieran ser, desde militantes feministas hasta músicas seguras de sí mismas (casi coincidentemente en un grupo de chicas) como “The Bangles”. Así que Madonna con su desvergonzado abdomen al aire y mucha lencería, perecería quedar un poco anticuada, casi como un dinosaurio. La sexualidad para la mayoría de las mujeres del rock es algo para ignorar o parodiar, una manera arcaica para llamar la atención. Sin embargo, no lo es para Madonna, quien para el momento ha vendido ya la impresionante suma de seis millones de discos en Estados Unidos y su disco “Like a Virgin” está saliendo de las tiendas a un ritmo de 40mil por día. Hablamos de ventas, querido.
No hay nada nuevo ni malo con esto: si ella quiere usar un cinturón que dice “Juguete de los chicos” para elevar sus ventas, es su negocio. Pero lo más llamativo de Madonna no es el uso de su apodo sino su relación con la demografía. Ella atrapa los pensamientos de los chicos de quince años cantando con una cierta urgencia erótica y un aire de “Oh alguien podría salvarme” en su voz. Para los más grandes, ella sus productores entregan una calculada versión híbrida de música popular americana (un poco de funk aqui mezclado con algo de rock allá), complaciendo en su neutralidad y sin ofender a nadie. Dos pasos hacia adelante, uno paso hacia atrás.
Luego, en la misma edición, vemos una nota un poco más extensa sobre el elenco del film «Buscando Desesperadamente a Susan», titulada «Our Gang» («Nuestra Pandilla»). La fotografía que ilustra la nota estuvo a cargo de Richard Corman, quien realizó también en esa misma ocación, un pequeño de Madonna junto a un ya enfermo Martin Burgoyne. Este sería el último trabajo de Madonna junto a Richard Corman y la última vez que Madonna y Burgoyne serían fotografiados profesionalmente antes del fallecimiento del joven.

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