LOVELIFE: SEAN PENN 1986 – «LOS VENENOSOS PENN»

Para fines de 1985, la pareja establecida en Los Angeles y era conocida por todo el mundo por sus constantes peleas públicas. El curso del matrimonio entre Madonna y Sean Penn viajaba como un barco en al tormenta. Eran extremadamente distintos, pero tenían una atracción física que los hacía inseparables. Madonna adoraba la intelectualidad de Sean, y el hecho de él fuera como un “lobo solitario” y que no necesitara de la prensa, tal vez la seducía aún mucho más. “Los polos opuestos se atraen” decía la cantante cuando se refería a su matrimonio y aparentemente era verdad.

 

La joven era atrevida, desvergonzada y transgresora y se había vuelto una luchadora por los derechos de los gays y una gran activista en la lucha contra el SIDA. En diciembre, a Madonna le ofrecen un proyecto fílmico el cual la entusiasmó mucho. La película consistía en una comedia romántica de época, en donde ella interpretaría a una misionera que viaja a China y queda inmiscuida en un conflicto con la mafia del opio. La producción estaría a cargo del ex Beatle George Harrison y la cantante convenció a su marido para que coprotagonizara con ella. Sean Penn aceptó de mala gana. La productora estaba más que feliz, tenían a la pareja del momento y viajarían a China para filmar, el guión era correcto y con la adecuada dirección, el film titulado “Shangai Surprise” no podía ser más que un éxito.

 

 

A principios de 1986, Madonna, Sean Penn y todo el equipo viajaron a Hong Kong y Macao para comenzar las filmaciones en exterior. El rodaje fue un caos desde el primer momento y las cosas comenzaron a salirse de control. El clima no ayudaba, la gente del lugar tampoco, ya que el equipo tenía que lidiar con la mafia local que pedía cada vez más dinero, además de la mala predisposición de Sean Penn durante el proceso, el cual discutía y contradecía absolutamente todas las decisiones del director. La relación entre los esposos tampoco era de lo mejor, discutían permanentemente y en algunas ocasiones las cosas parecían salirse de control. Christopher Ciccone, quien había viajado acompañando a su hermana relata en su libro “Life with my sister Madonna” el siguiente episodio: “A las 3 de la madrugada me despierto por el ruido de muebles que se corrían en el cuarto de Madonna y Sean. El grita con todas sus fuerzas ‘Yo soy el actor, no tú. Deberías olvidarte de actuar, sigue cantando, para eso eres buena’ y ella le respondía ‘y tú no tienes idea de como lidiar con la prensa, eres un loco controlador’. Lo oigo que él golpea su puño contra una pared; justo cuando iba a interrumpirlos, la puerta se abre y Madonna se lanza llorando y corriendo hacia mi habitación. Sean la persigue con ira. Yo le cierro la puerta en la cara y cierro con llave. Oímos en silencio como Sean grita e insulta. Madonna queda dormida en mis brazos. A la mañana siguiente ella se había ido. Cuando la veo de nuevo en el set más tarde, Madonna estaba con su maquillaje inmaculado, su peinado perfecto y una brillante y confiada sonrisa en su rostro”.

Al regresar a Londres para continuar con los interiores, la pareja comienza nuevamente con su lucha con los paparazzis y la prensa británica. Al llegar al aeropuerto, en un intento de escapar de la prensa, el coche que conducía a Madonna y Penn, choca accidentalmente con un fotógrafo ocacionándole varias lesiones; desde entonces “los venenosos Penn” comenzaron a salir en primera plana en todos los periódicos amarillistas de la ciudad. La filmación terminó para alivio de todos y cuando la película se estrenó en agosto de 1986, la crítica la destrozó. “Shangai Surprise” se convirtió en el primer gran fracaso de ambos y hasta puso en juego la carrera de los jóvenes artistas.

 

En junio de 1986, la vida de Madonna pareció derrumbarse cuando se entera de la devastadora noticia de su mejor amigo Martin Burgoyne, estaba enfermo de SIDA. La cantante hizo todo lo que estuvo a su alcance para ayudarlo tanto emocional como económicamente. Dicen que la enfermedad y la posterior muerte de Burgoyne afectó a Madonna de una manera increíble. Fue tanta la angustia que Madonna vivía en ese momento que hasta el mismo Sean Penn, conocido como homofóbico y que detestaba a los amigos gays de su mujer, viajó encubierto hacia México para conseguir una supuesta droga nueva que intentaría ayudar a Martin Burgoyne con su enfermedad. Por supuesto, que esto no funcionó y Burgoyne fallecería al poco tiempo. Madonna y Sean discutían constantemente sobre el tema del HIV y él le pedía permanente a su mujer que se hiciera el test, ella sólo respondía con negativas. Tal vez todos estos conflictos y estas incompatibilidades en cuanto a la manera de pensar hacían creer que el matrimonio no duraría demasiado tiempo más. Sin embargo, y en contra de todos los pronóstico, los jóvenes siguieron con su relación.

 

Por otro lado, la carrera musical de Madonna parecía tomar la dirección opuesta. El tercer disco de la cantante “True Blue” había llegado a ser número uno casi de manera inmediata. El LP, estaba plagado de canciones de amor, la mayoría inspiradas en el que sería el “amor de su vida”, Sean Penn. El disco fue dedicado al actor a quien Madonna llamó “el chico más cool del universo”. Madonna triunfaba a nivel musical y sus sencillos llegaban todos a la primera posición. Esto logró aplacar un poco los ánimos en la pareja y a mediados de 1986, las cosas parecían estar tomando un poco más de calma. Se los veía juntos por las calles de Los Angeles y New York, siempre abrazados o del brazo. Sean Penn seguía rechazando a los fotógrafos y paparazzis, pero al menos sus conductas violentas parecían haber disminuido. La pareja era el blanco más deseado para las flashes, teniendo en cuenta de sólo hicieron un único portfolio profesional a cargo de Herb Ritts para la revista “Interview” en diciembre de 1985. Una fotografía de Madonna y Sean Penn juntos en 1986 costaba una fortuna. Esta situación era aprovechada al máximo por los fotógrafos quienes provocaban permanente a Sean Penn, intentando que él perdiera los estribos y les lanzara un golpe o algún escupitajo, de esta forma se asegurarían una buena historia.

 

En agosto de 1986, Madonna celebra su cumpleaños n°28 y su primer aniversario de bodas junto a Sean Penn en una íntima cena en el “Gotham” Bar and Grill de New York; mientras además festejaban que el disco “True Blue” y el single “Papa don’t Preach” continuaban siendo N°1. En ese mismo mes, la pareja decide realizar un par de actuaciones para la prensa y amigos en una obra de teatro titulada “Goose & Tomtom” en el Mitzi Newhouse Theatre del Lincoln Centre. Sin embargo, la tranquilidad no duró demasiado cuando a la salida del estreno, Sean Penn agrede violentamente al paparazzi Vinnie Suffante y los escándalos comenzaron nuevamente. En otra ocasión, la ira contenida de Sean Penn se desató de manera inesperada. Durante una cena en el restorán favorito de la pareja “Helena” en Los Angeles, un viejo amigo, David Wolinski (del grupo Rufus featuring Chaka Khan), se acercó a la mesa, se inclinó y saludó a Madonna con un inocente beso en la mejilla. Enfurecido, Sean Penn saltó de su asiento y se abalanzó sobre Wolinski atacándolo con patadas y puñetazos, agresión que no terminó hasta que algunos otros comensales consiguieron reducir a Penn, el resultado una denuncia por agresión y la obligación de pagar una fianza por U$S 1000. Madonna estaba humillada y completamente avergonzada. Fue en este momento en que ella se dio cuenta de que las cosas con Sean no funcionarían. El propio Wolinski comentaría después con respecto a Sean Penn: “era un exaltado. Yo no hice más que saludar a su esposa, a quien conocía desde antes que se casaran. No fue ninguna provocación. Me pregunté que hacía ella casada con ese desgraciado”.

El 09 de octubre de 1986, Sean Penn se presentaría en el clásico programa de entrevistas “Tonight Show” con Johny Carson. En el mismo, un relajado y tranquilo Penn conversa sobre su relación con Madonna y hasta bromea acerca de su caótica boda llevada a cabo un año antes. Para entonces Madonna aún no había aparecido en ningún programa de entrevistas y recién haría su debut en ese mismo show al año siguiente. En el programa, Sean Penn declaró que Madonna era una de las personas más divertidas que conocía y que eso le salía naturalmente, además comentó que es una buena esposa porque se encarga siempre de lustrar sus zapatos, a lo que el Carson rápidamente contestó: “entonces ese sí es un matromonio sólido”. Nada de aquel calmado y sereno Penn que vemos en la entrevista hacía pensar en aquellas reacciones de excesiva violencia.

Con el paso del tiempo, Madonna comenzó a darse cuenta de que por más que amara a Sean Penn, éste no cambiaría nunca y sus arranques de ira y ataques de impulsividad no cederían. Madonna comenzó a pensar que tal vez, Sean Penn no sería el hombre adecuado para pasar el resto de su vida. Sin embargo, el año estaba terminando y los compromisos profesionales no la dejaban ocuparse demasiado de su vida afectiva. Para diciembre de 1986, Madonna comienza a filmar otra película, con la esperanza de que tal vez, pudiera superar el fracaso que tuvo con la última.

Mientras Madonna seguía acumulando éxito y fama con su carrera musical, su esposo continuaba su batalla contra la prensa. “Ahora no tengo tiempo tiempo para resolver como tratar a Sean. Apenas tengo tiempo para dormir” se quejaba la cantante.

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